Casi siglos sin escribir en el blog, pero he escrito muchas páginas en word, que espero se impriman próximamente en formato de libro.
En últimos días me ha llamado la atención la forma en que las redes sociales han levantado su voz y comienzan a ser parte de un nuevo movimiento: la "libertad de expresión" de usuarios reflexivos, analíticos, inteligentes.
La explosión en PEMEX, la renuncia de S.S. Benedicto XVI, la reforma educativa, la violencia en la región Laguna, el CURP gratis o las campañas políticas son temas que han dado de qué hablar no solamente por medio de tweets (o tuits) y mensajes de Facebook, sino también en mesas de desayuno o café.
En Durango se comienza a generar una mentalidad diferente, en la que ya no se concibe al "trabajar para el gobierno" como la única manera de destacar; escritores, cineastas, empresarios, músicos y comunicadores empiezan a difundir la pólvora: "se puede vivir sin depender del gobierno". Estados como Aguascalientes o Jalisco tienen personas que eliminaron de su mente el depender del gobierno; está, por ejemplo, el movimiento "Un Millón de Jóvenes por México", creado por Armando Regil, grupo del que, por cierto, ya formo parte.
¿Quién dice que no se puede destacar sin ser militante de algún partido político?
Ya no estamos en la década de los setentas, en la que el gobierno decidía qué y cómo hacerlo; aunque la presidencia de la República esté ocupada por el Partido Revolucionario Institucional, los gobernados no somos los mismos y tenemos muchísimos medios no sólo de expresión, sino de acción.
Ya se nos está quitando esa manía de esperar recibir todo de entidades públicas; muchos estamos despertando y actuando a través de grupos de liderazgo, asociaciones civiles, instituciones de apoyo... ¿por qué? No porque veamos que el gobierno no hace nada, sino porque nosotros también somos parte de ese cambio.
Si yo quiero algo mejor para mi estado, para mi país, no puedo sentarme a esperar hasta que al Presidente Municipal, al Diputado, a la Senadora o al Regidor se le prenda el foco... la mayoría de ellos, estimado lector, piensan poco en solucionar los problemas que nosotros como ciudadanos vemos y mucho en cómo brincar al siguiente escalón político...
Mi abuelita bien dice: "Sí, vemos en la televisión que tal o cuál personaje quiere ya brincar a la presidencia municipal y sin haber terminado de arreglar lo que tiene que hacer en el puesto donde está... pero al final da lo mismo, porque para nosotros es igual si este es Diputado o aquel es Alcalde; nosotros tenemos que seguir adelante esté quien esté".
Consejo: no pongas tus esperanzas en un personaje público; ni quien "Es" tu presidente va a venir a ayudarte a comprar las medicinas, ni Aispuro va a ayudarte a empujar tu carro, como aseguraban los comerciales de hace unos años... No señor, los ciudadanos debemos comenzar a tomar las riendas de nuestra ciudad... Si queremos una ciudad limpia, no tiremos basura; si queremos una ciudad segura, evitemos el alcohol y las drogas; si queremos estabilidad laboral, seamos comprometidos con nuestra familia y amigos también...
Quizá la libertad de expresión es mucho paquete, porque si hablo quiere decir que puedo hacer las cosas mejor... Yo acepto el reto, yo hablo porque puedo hacer algo para que mi ciudad, mi estado y mi país crezcan... Yo me animo a tener libertad de expresión, pero, más que todo, libertad de acción.
Twitter: @aemeraz
