¡Feliz Navidad!

Queridos amigos y amigas:

Se ha hecho para mí una costumbre, o mejor dicho, una tradición, enviar esta carta para desearles lo máximo en estas fechas llenas de afecto y esperanza. He leído cartas que me han enviado, también con motivo de la Navidad y el cercano 2010; la mayoría dicen que fue un año terrible, que caímos en crisis y violencia, que pasamos el año de milagro (los que lo pasamos) y, todos coinciden, que ojalá el siguiente año sea mucho, pero mucho mejor.

Debo decirles que, en lo personal, mi año fue genial, increíble y realmente inolvidable. Un año de retos que comenzaron desde el primer minuto; un año de amor, bendiciones y nuevos proyectos; un año de letras, con la publicación de Ser LiderR; un año de charlas, de café y buenos amigos.

Fue un año de viajes, de dar luz a personas que lo necesitan; un año de lágrimas que cayeron sobre el pasto seco de un parque en otoño; un año de sonrisas, traídas por niños que no pueden verlas; año de Feria del Libro, de emociones contenidas, de sucesos que esperamos jamás se repitan. En resumen, puedo decirles que fue un año lleno de vida, que es lo más importante.

Hoy quiero agradecerte el que hayas tenido un papel importante en el año 2009 de Angel Emmanuel; estoy absolutamente seguro que, sin ti, este año hubiera tomado otros rumbos, hasta desembocar en mares muy distintos a los que ahora navegamos. Deseo de todo corazón que vivas al máximo los días que faltan por transcurrir; que pienses en el 2010 hasta el momento en que llegue y, mientras tanto, disfrutes el final de lo que hoy vivimos.

Un año es siempre como un concierto; lo mejor llega al último, así que te recomiendo seguir pendiente del escenario y, si lo deseas, levantarte para aplaudir, pero jamás pienses que es más importante salir antes que todos para evitar aglomeraciones. “El paraíso no está perdido, sino olvidado” dice Facundo Cabral; así pues, comienza a recordar que hay más tesoros que las ganancias económicas, que hay más felicidad que la brindada por otros. La felicidad y los tesoros siguen dentro de cada uno de nosotros y, si en este año no tuviste lo que buscabas, es por que decidiste no abrir la puerta a las bendiciones que yo, y millones de seres en el mundo, te enviamos.

A todos nos gustaría que entre el 31 de diciembre y el 1 de enero hubieran días de descanso. Sin embargo, debemos saber que la vida se vive así, en calidad de urgente. Toma pues tus provisiones y continúa por este viaje. Di “adiós” al pasado, abraza el presente y da la bienvenida a la prosperidad y armonía que están ya asomadas en la ventana del futuro.

“Un viaje se comienza con inquietud y se termina con melancolía” dijo José Vasconcelos; así es un libro, una amistad, una relación, un negocio o un año. La vida es un paseo increíble, que incluye un boleto alrededor del Sol cada 365 días; disfrútalo al máximo y emprende diariamente un nuevo viaje, que te lleve hasta donde desees llegar. Recuerda que siempre habrá personas, como tú lo fuiste para mí en este año, que te acompañarán en breves senderos o largos caminos durante tu viaje; disfruta la compañía y toma en cuenta que tu felicidad se encuentra en el trayecto por el que hoy andas. Si no eres feliz, es porque el camino que decidiste tomar no es el indicado; jamás es tarde para rectificar y conducirte a través de la vereda que el destino tiene preparada exclusivamente para ti.

Mil gracias por formar parte de mi vida y, con todo el amor que soy capaz de lanzar al Universo, deseo que volvamos a coincidir en el año 2010. Disfruta con tu familia estas fechas, alza la voz para expresar los sentimientos que tu corazón grita a diario; busca la armonía entre tus pensamientos, emociones, sentimientos y acciones y verás que la dicha y el éxito llegan de forma natural.

Espero que hayas cumplido tus objetivos y deseos del 2009 y que en el próximo año, tengas energía nueva, tomada directamente del amor que des a los demás.

Con mis mejores deseos para ti y tu familia:
Angel Emmanuel.

¡Feliz navidad y un excelente año 2010!


Diciembre, 2009

Orando Por Todos...

Orando por todos…
De Paulo Coelho
Traducción: aemeraz

Un granjero que tenía su esposa enferma, pidió a un monje budista decir una serie de oraciones. El maestro comenzó a orar, pidiendo a Dios que curara a todos aquellos que estuvieran en una enfermedad.
-Un momento- dijo el granjero –Yo le pedí que orara por mi esposa, y usted está orando por todo aquel que está enfermo.
-Estoy orando también por ella.
-Sí, pero usted está orando por todos. Va a terminar ayudando a mi vecino, que también está enfermo, y la verdad él no me gusta mucho que digamos.
-Usted no entiende nada sobre la sanación- dijo el monje, afectado. –Orando por todos, yo estoy uniendo mi oración a todas las de millones de personas que también están orando por sus enfermos. Unidas, nuestras voces llegan hasta Dios y benefician a todos. Separadas, pierden su fuerza y se van a ningún lado.